La Reserva de Vida Silvestre Urugua‑í, ubicada en Misiones, logró un hito ambiental: funciona completamente con energía solar.
La Reserva de Vida Silvestre Urugua‑í, ubicada en Misiones, logró un hito ambiental: funciona completamente con energía solar.
Se alcanzó esa marca este mes, tras la instalación de 12 paneles fotovoltaicos que reemplazan al anterior grupo electrógeno.
Cómo fue la transición hacia la energía solar
Este proyecto se alinea con los principios de sostenibilidad impulsados por la Fundación Vida Silvestre Argentina, que instaló recientemente los paneles solares para abastecer las instalaciones.
El lugar lo utilizan conservacionistas e investigadores en el área protegida.
Antes, la reserva dependía casi exclusivamente de un generador a combustible. Ahora, el sistema fotovoltaico aporta energía limpia y reduce significativamente las emisiones de CO2.
Importancia ecológica y social
La Reserva Urugua‑í protege unas 3243 hectáreas de selva misionera y curso medio del Arroyo Urugua‑í. Alberga especies amenazadas como tapir, yaguareté y yacutinga, a la vez que sirve como centro de investigación y educación ambiental.
La adopción de energía solar no solo respalda la conservación de la biodiversidad, sino que también refuerza el mensaje institucional de:
- Mitigar el cambio climático
- Proteger áreas protegidas
- Fomentar prácticas sustentables en entidades ambientales
Impacto y replicabilidad
El impacto directo por excelencia es la reducción de emisiones. Es que suprimir el uso del generador significa menores gases de efecto invernadero.
Este caso también funciona como ejemplo institucional, ya que su modelo de gestión combina conservación de ecosistemas con transición energética, siendo un potencial plan piloto para otras reservas.
Cómo es la reserva
A la Reserva Urugua‑í la crearon en 1997. Conserva 3243 hectáreas de selva misionera, la flora y fauna que habita en ella, y protege el curso medio del Arroyo Urugua-í.
“Contribuimos a la conservación de un paisaje muy importante para poblaciones de animales amenazados como el yaguareté, el tapir y la yacutinga, junto con otras áreas protegidas provinciales y privadas”, explican en el sitio web de la reserva.
“Protegemos un tramo clave del arroyo que es beneficioso para las personas ya que provee de agua para la población, cultivos, recreación y generación de energía”, describen. Se trata de un espacio para generar conocimientos y capacitar a personas para el estudio y la conservación de la Selva Misionera. “Su compra y creación fue realizada en conjunto con la empresa Arauco Argentina S. A. y es gestionada por la Fundación Vida Silvestre Argentina“, aclararon.
La reserva se creó para conservar un importante tramo de la cuenca media del arroyo homónimo, sector que había quedado excluido en el diseño del Parque Provincial Urugua-í, y una porción del paisaje natural.
Se establecieron como un modelo de área natural protegida y fomentando actividades de investigación, formación de recursos humanos y extensión a la comunidad.
Fuente: Noticias Ambientales