El gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, convocó a elecciones provinciales para el 29 de junio, en las que no solo se renovarán quince bancas de la Legislatura, sino que también se elegirá una convención constituyente con el objetivo de avanzar en una reforma de la Constitución local. La jugada se da luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación declarara inconstitucional la reelección indefinida del mandatario, que gobierna la provincia desde 1995.
Formosa se suma así al grupo de provincias que despegaron su calendario electoral del nacional. Con esta decisión, ya son nueve los distritos que tomarán distancia de la votación presidencial del 26 de octubre. Mientras tanto, crecen las críticas a un modelo provincial sostenido por una fuerte dependencia de los recursos nacionales, y la oposición empieza a tomar fuerza en un contexto de desgaste del oficialismo formoseño.
El fallo del máximo tribunal, emitido en diciembre, cuestionó el artículo 132 de la Constitución provincial por no fijar un límite claro a la reelección del gobernador. Si bien no anuló directamente el poder constituyente de Formosa, la Corte subrayó que cualquier reforma debe respetar el marco de la Constitución Nacional. El mensaje fue claro: los límites al poder deben estar expresamente definidos.
Lejos de mostrarse receptivo al fallo, Insfrán lo enfrentó con un discurso confrontativo. En un acto público, dijo que “ningún porteño nos va a indicar quién va a ser nuestro representante”, y reivindicó el llamado a reformar la Constitución como una defensa de la autonomía provincial. La iniciativa había sido aprobada por la Legislatura local en octubre del año pasado, anticipando lo que ya se venía gestando en la Corte.
La decisión de avanzar con la reforma constitucional se produce en un escenario complejo. Según un informe reciente de Politikon Chaco, Formosa es la segunda provincia con mayor dependencia de los fondos nacionales: el 84,3% de sus ingresos provienen de la coparticipación y otros giros del Estado nacional. En un contexto de ajuste y presión del FMI, ese esquema podría tambalear.
Al mismo tiempo, la oposición empieza a ganar terreno. El radical Fernando Carbajal, alineado con Martín Lousteau y Facundo Manes, se posiciona como una alternativa con proyección. También crece el senador Francisco Paoltroni, que rompió con La Libertad Avanza y se muestra cercano a la vicepresidenta Victoria Villarruel. En el plano interno, Insfrán también enfrenta tensiones: José Mayans, jefe del bloque oficialista en el Senado, desoyó sus pedidos y votó en contra de los pliegos para la Corte propuestos por el oficialismo.
El decreto de convocatoria a elecciones establece que se elegirán 30 convencionales constituyentes, equivalentes en número y requisitos a los diputados provinciales. La jueza del Tribunal Electoral Permanente, Sandra Moreno, informó que los partidos tendrán 15 días desde la publicación del decreto para inscribir alianzas y sublemas. El cierre para la presentación de candidaturas será el 25 de mayo.
Con un calendario que avanza rápido, la provincia se encamina a una elección clave no solo para definir representantes legislativos, sino también para trazar el futuro institucional de un distrito que arrastra más de tres décadas de poder concentrado.