Este domingo, una llamada al servicio de emergencias alertó sobre la presencia de una persona sin signos vitales en una vivienda del barrio Villa Río Negro, en Resistencia. Al llegar al lugar, efectivos policiales encontraron el cuerpo sin vida de Ángel Leiva, de 26 años, con una herida de arma de fuego en la cabeza.
La escena del crimen ofrecía indicios claros: una motocicleta estacionada junto al cadáver, una mochila y dos caños metálicos que podrían haber sido utilizados como armas caseras o elementos de defensa. El médico forense determinó que la causa del deceso fue un traumatismo craneoencefálico provocado por un disparo.
En el marco de la investigación, fueron detenidos el propietario del inmueble, Mauricio Alejandro Alegre, de 46 años, y su hijo, Martín David Alegre, de 25, quienes habrían sido las últimas personas en ver con vida a la víctima. Sin embargo, la principal hipótesis apunta a un ajuste de cuentas.
Según fuentes policiales, Leiva mantenía una deuda con Gustavo Nadir Almirón Molina, de 27 años, conocido como “el prestamista sanguinario”. Este último fue identificado como el presunto autor del homicidio, acusado de haber ejecutado a sangre fría a su deudor con un disparo en la cabeza antes de darse a la fuga.

En el operativo también fue detenida Diana Celeste Ojeda, pareja de Almirón Molina, en las inmediaciones de la escena. Se le practicó un dermotest para establecer si tuvo algún tipo de participación directa en el crimen.
Durante el procedimiento, los agentes incautaron una vaina servida calibre 9 milímetros, cartuchos de escopeta calibre 12, teléfonos celulares y prendas de vestir que pertenecerían a la víctima. Todos estos elementos fueron incorporados a la causa como pruebas relevantes.
La División de Investigaciones Complejas del Chaco continúa con la búsqueda del presunto homicida, mientras la causa quedó a cargo del fiscal Víctor Recio, quien dirige las actuaciones judiciales para esclarecer el hecho.