Una joven trans de 27 años, identificada como Yoselin Ramos, sufrió un paro cardiorrespiratorio el lunes alrededor de las 12:00 h en su domicilio del barrio El Palmarcito de Puerto Vilelas. Su sobrina la trasladó por sus propios medios al Hospital de Puerto Vilelas, donde fue atendida por la médica de guardia, recibió medicación y—según denuncia la familia—le otorgaron el alta en cuestión de minutos.
De regreso en su casa, cerca de las 13:00 h, Ramos se descompensó nuevamente y dejó de responder. La sobrina intentó reanimarla mientras pedía auxilio; un móvil policial llegó poco después, constató la ausencia de signos vitales y solicitó apoyo sanitario. Una ambulancia trasladó el cuerpo de la joven de nuevo al hospital, donde los médicos confirmaron su fallecimiento.

La falta de explicaciones claras sobre el cuadro clínico y el manejo de la atención provocó momentos de tensión en el nosocomio y en la comisaría local, con familiares y allegados reclamando respuestas y denunciando “negligencia” y posibles actitudes discriminatorias.

Organizaciones de derechos humanos y referentes trans hablan de un posible “transfemicidio social” y apuntan a la discriminación como factor agravante. Úrsula Sabarece, presidenta de la fundación Furia Travesti, denunció que “la vida de Yoselin fue arrebatada por un sistema que le dio la espalda”, y reprochó el desfinanciamiento y la ausencia de protocolos con perspectiva de género en los centros de salud chaqueños.
A las 16:15 h, el cuerpo fue retirado por un móvil tanatológico y trasladado al Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCIF) de Resistencia, donde se realizará la autopsia ordenada por la Fiscalía a cargo del Dr. Roberto Obaldía Eyseric, quien ya inició las diligencias para esclarecer las causas de la muerte. La familia presentó una denuncia formal por “mala praxis y discriminación” y espera los resultados forenses para continuar su reclamo de justicia.