La sorpresiva renuncia de Favio Orsi y Sergio Gómez como entrenadores de Platense sacudió este miércoles al fútbol argentino. La dupla decidió dar un paso al costado apenas diez días después de haber alcanzado la gloria máxima con el club: consagrarse campeones del Torneo Apertura 2025, el primer título de Primera División en la historia del Calamar.
Orsi y Gómez habían asumido el mando del equipo en febrero de 2024, en un contexto difícil, con el objetivo inicial de mantener la categoría. Sin embargo, en poco más de un año lograron no solo consolidar al equipo, sino también transformarlo en una fuerza competitiva. El punto culminante fue el brillante desempeño en el primer semestre de 2025, donde Platense eliminó en fases decisivas a Racing, River y San Lorenzo, y superó a Huracán en la final para levantar un trofeo impensado tiempo atrás.
Desde el club explicaron que los entrenadores sintieron que habían cerrado un ciclo: “Sintieron que cumplieron un ciclo, que es lo máximo”, señalaron fuentes internas a Olé. La noticia aún no fue confirmada oficialmente por la institución, pero ya se comunicó a los futbolistas y al entorno dirigencial.
Durante su gestión al frente del equipo, la dupla Orsi-Gómez dirigió 57 partidos, con un saldo de 25 victorias, 17 empates y 15 derrotas. Más allá de los números, dejaron una impronta clara: un equipo disciplinado, solidario, con una identidad táctica fuerte y un compromiso grupal que se reflejó tanto en la cancha como en los vestuarios.
El plantel de Platense fue sorprendido por la decisión, que no responde a diferencias internas ni a propuestas externas concretas —al menos por ahora—, sino a una convicción personal de no estirar innecesariamente una etapa que consideran cerrada. “Se van por la puerta grande, dejando al club en lo más alto”, resumió un dirigente.
Ahora, la dirigencia del club de Vicente López deberá afrontar el desafío de encontrar un reemplazo en medio de la preparación para el Torneo Clausura y, eventualmente, para una participación internacional que el título podría habilitar, dependiendo de cómo se reconfiguren los cupos para copas.
Por lo pronto, la renuncia de Orsi y Gómez marca el final de un ciclo que quedará grabado en la historia de Platense. No solo por el título, sino por haber devuelto al club un protagonismo que no vivía desde hacía décadas. El tiempo dirá si el binomio volverá a trabajar en conjunto o si esta también fue la última función de una sociedad técnica que, en poco tiempo, se ganó el respeto de todo el fútbol argentino.