La novela por Franco Mastantuono entra en su capítulo más tenso. Mientras River esperaba cerrar la transferencia al Real Madrid con la promesa de retener al juvenil al menos hasta diciembre, en las últimas horas creció la presión del club español para llevarse al crack de 17 años cuanto antes. El temor ahora es concreto: que ni siquiera pueda disputar el Mundial de Clubes con la camiseta del Millonario.
El escenario cambió. Lo que parecía una operación encaminada y consensuada, se volvió un tira y afloje cargado de incertidumbre. El Merengue, firme en su idea de no ejecutar la cláusula de rescisión (45 millones de dólares), busca una salida negociada que le permita incorporar ya al pibe de Azul. Pero en Núñez no están dispuestos a resignar, sin pelea, a su mejor futbolista en medio de una temporada en la que se juega todo.
La tensión no pasa por el monto —River sabe que no podrá superar esa oferta— sino por los tiempos. Si Madrid pagara la cláusula al contado, no habría forma de retenerlo. Pero como el plan es abonar en cuotas, el acuerdo necesita del visto bueno del club argentino, que pretende contar con Mastantuono, al menos, hasta que termine el Mundial de Clubes en diciembre.
Pero esa intención choca con los planes de los españoles, que ya avisaron que lo quieren ahora. Tampoco ayuda el calendario: además de los compromisos de River en la Copa Libertadores (los octavos ante Libertad ya en agenda), Mastantuono podría ser citado al Mundial Sub-20, que se juega entre agosto y octubre. Aunque se quede seis meses más, Gallardo podría tenerlo poco tiempo disponible.
Por estas horas, las negociaciones continúan, pero sin acuerdo cerrado. Desde el entorno del jugador aseguran que Franco ya tomó la decisión de dar el salto a Europa, aunque se mantiene al margen del tironeo entre clubes. “El deseo está, pero respetamos lo que decidan las instituciones”, repiten desde su círculo íntimo.
El juvenil, que viene de debutar oficialmente con la Selección Mayor frente a Chile, todavía proyecta reintegrarse al plantel de River tras la fecha FIFA, con la mente puesta en el Mundial de Clubes. Pero todo puede cambiar en cuestión de días.
River resiste. Real Madrid presiona. Y en el medio, Mastantuono aguarda el final de una historia que podría cerrarse antes de lo previsto.