Con un ajuste brutal en marcha y el Congreso vallado cada miércoles, la protesta social en Argentina enfrenta no solo el recorte presupuestario, sino un modelo de disciplinamiento planificado. Así lo denunció Lucía Cavallero, socióloga, investigadora del CONICET y una de las voces más lúcidas del feminismo organizado, al explicar por qué los colectivos de ciencia y feministas se sumaron hoy a la marcha de los jubilados.
“Unir las luchas es una tarea urgente”, sintetizó Cavallero en diálogo con Napalm (Radio Provincia AM1270). “No tiene sentido marchar por separado, cuando este gobierno busca precisamente eso: que la fragmentación nos debilite y nos disperse”.
La investigadora advierte que lo que ocurre los miércoles en la plaza frente al Congreso ya no puede leerse como una secuencia aislada de represiones, sino como un diseño: “Hay una decisión política de que la represión se vea, se naturalice y se vuelva paisaje. Eso nos degrada como sociedad. Ver cómo golpean a jubilados que piden una jubilación que supere la canasta básica y no reaccionar es una señal de deshumanización”.
Desde el colectivo Ni Una Menos, del que Cavallero es fundadora, se propuso que la protesta de este miércoles fuera compartida con otros sectores golpeados por el ajuste, como los investigadores del CONICET y quienes enfrentan el vaciamiento de las políticas públicas. “Lo que está creciendo es la violencia estructural. No solo por el recorte a las políticas de género, sino por un entramado de decisiones que convierten al ajuste en un castigo deliberado. Y eso es profundamente político”, sentenció.
El análisis de Cavallero es directo: el gobierno de Javier Milei no busca solo achicar el Estado, sino disciplinar a la sociedad para que el recorte pase sin resistencia. “Este es, sobre todo, un proyecto de disciplinamiento, más que un modelo económico. El ajuste es el medio. El fin es la sumisión. Necesitan mostrar represión para enviar un mensaje al mercado: acá no habrá conflicto social”.
Denuncia además que la represión está planificada incluso en el horario: “Reprimen a las 13 para que la gente no llegue a las 15. Es táctico. Es político. No es improvisado”. Por eso insiste en que “organizarse y salir a la calle de forma coordinada no es solo una reacción, es una forma de resistencia estructural. Y también de protección: cuando hay más cuerpos, hay más ojos, más cuidado y menos impunidad”.
Cavallero también se refirió a las declaraciones recientes de Cristina Fernández de Kirchner sobre el acuerdo con el FMI. Rescató el gesto político de marcar límites: “Cristina está diciendo algo clave: que solo se puede pagar lo legítimo. Y que hay que poner un freno ahora. Es un gesto, sí, pero también una invitación a construir fuerza social para sostenerlo”.
Finalmente, fue contundente al trazar el escenario de fondo: “Hoy, lo que se va a mostrar en la calle es un mensaje al Fondo. Un aviso de que no hay seguridad jurídica para ellos. Que la inseguridad cambie de lado. Esa es una gran noticia”.