La política argentina volvió a sacudir las redes: “Tercera Sección Electoral” se convirtió en tendencia nacional en Google y en X (ex Twitter) tras el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner, quien confirmó su candidatura como legisladora bonaerense por esa región clave del conurbano.
Pero, ¿por qué se dispararon las búsquedas? Porque la Tercera Sección no es cualquier lugar en el mapa político: es el corazón del conurbano sur, la zona donde se definen elecciones, se gestan liderazgos y se siente, como en pocos otros lugares, el pulso de la calle.
La Tercera Sección Electoral es una de las ocho divisiones en que se organiza la provincia de Buenos Aires para elegir legisladores. Pero esta es la más pesada en votos: reúne a 19 municipios que concentran casi un tercio del padrón bonaerense, incluyendo La Matanza, que por sí sola supera el 10%.
Municipios como Quilmes, Lomas de Zamora, Avellaneda, Almirante Brown y Florencio Varela han sido históricamente bastiones del peronismo. La presencia de Cristina ahí no es casual: es una jugada de alto voltaje simbólico que busca reactivar a la base más fiel del kirchnerismo en un terreno donde el PJ se siente en casa, aunque en los últimos años haya perdido terreno frente a Juntos por el Cambio en distritos como Lanús o Ezeiza.
Además de ser decisiva en términos de imagen y narrativa política, la Tercera Sección elige 18 diputados y 9 senadores provinciales, lo que convierte cada elección en una verdadera batalla parlamentaria con impacto en la Legislatura bonaerense.
El regreso de Cristina al centro del ring legislativo provincial reaviva viejas lealtades y reactiva el radar electoral. Y eso se refleja en las redes: mientras algunos analistas ven una movida estratégica para apuntalar a Axel Kicillof, otros la leen como un reagrupamiento del peronismo duro ante una elección que puede redefinir el equilibrio interno en el PJ.
Lo concreto es que el sur del conurbano volvió a ser tendencia. Y Cristina, como tantas veces, está en el centro de la escena.