El 2 de junio de 1884 marcó un hito en la historia de la solidaridad y el servicio comunitario en Argentina, cuando el frente de incendios en el barrio de La Boca impulsó a un grupo de vecinos, liderados por Tomás Liberti y su hijo Orestes, a organizar una cadena humana para combatir las llamas que amenazaban propagarse rápidamente entre las construcciones aledañas. Este acto espontáneo derivó en la creación de la Asociación Italiana de Bomberos Voluntarios de La Boca, el primer Cuerpo de Bomberos Voluntarios del país, bajo el lema “Querer es poder”.
Desde entonces, el 2 de junio se celebra cada año como reconocimiento a aquellos hombres y mujeres dispuestos a arriesgar su vida para proteger a sus comunidades.
La institucionalización de esta fecha emergió a partir del crecimiento sostenido de los cuerpos de bomberos voluntarios en todo el territorio nacional. En la década de 1960 comenzaron a conformarse las primeras instituciones dentro del Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios, y en 1988 se sentaron las bases del ordenamiento institucional que dio origen al Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina (CFBVRA).
Finalmente, el 18 de abril de 2001, la Ley Nº 25.425 estableció oficialmente el 2 de junio como Día Nacional del Bombero Voluntario, consagrando una celebración para honrar la vocación de servicio, el profesionalismo y el sacrificio de estas personas que, de manera altruista, ofrecen una primera respuesta ante emergencias.
En la actualidad, el Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios agrupa a más de 58.000 hombres y mujeres distribuidos en más de 900 cuerpos en todo el país, prestando servicio en el 80 % del territorio y alcanzando a más de 46 millones de habitantes.
Durante el último año, asistieron en más de 63.000 incendios y realizaron alrededor de 24.000 intervenciones de rescate, incluyendo atención en situaciones de inundaciones y derrumbes, además de llevar adelante campañas de prevención y capacitaciones en escuelas locales para fomentar una conciencia de cuidado del entorno y la seguridad ciudadana.
Cada 2 de junio, los cuarteles de bomberos se convierten en epicentro de actos conmemorativos, desfiles de unidades y palabras de agradecimiento de autoridades y vecinos, renovando el compromiso de resguardar vidas y bienes sin esperar nada a cambio.