El primero de junio de 2025, las pizarras de las estaciones de servicio de YPF en Resistencia amanecieron con un nuevo ajuste en los precios de los combustibles, que en promedio ronda el 1 %. En este contexto, el litro de nafta Súper pasó de $ 1.252 a $ 1.266, la nafta Infinia de $ 1.460 a $ 1.477, y el diésel Infinia de $ 1.466 a $ 1.483. Estos incrementos responden a la recomposición del Impuesto a los Combustibles Líquidos y del canon por dióxido de carbono, cuya actualización mensual había sido postergada en tramos anteriores, pero ahora se hace efectiva.
En Resistencia, las estaciones de YPF fueron las primeras en reflejar los nuevos valores, aunque se espera que Shell y Axion apliquen aumentos similares en los próximos días. El diésel 500, de grado estándar, se mantiene en torno a los $ 1.300 por litro, con leves variaciones según la ubicación de cada surtidor. De esta manera, llenar un tanque promedio de 50 litros con nafta Súper implica desembolsar cerca de $ 63.300, es decir, unos $ 700 más que en mayo, cuando el precio por litro era de $ 1.252. En el caso de los vehículos diésel, el costo por carga completa pasó de alrededor de $ 73.300 a $ 74.150, lo que representa un aumento superior a los $ 800.
Para el automovilista chaqueño, este ajuste de junio se suma a una secuencia de subas tributarias y ajustes de precios que se vienen acumulando desde principios de año. En marzo pasado, los combustibles ya habían registrado un incremento promedio del 1,9 %, elevando el precio de la nafta Súper a $ 1.252. Así, en lo que va de 2025, el valor de la gasolina Súper acumula casi un 12 % de aumento interanual. En un escenario donde el dólar paralelo supera ampliamente los $ 1.000 y la inflación anual roza el 135 %, estos movimientos empujan a muchos a replantear su presupuesto de movilidad.
Transportistas, taxistas, agricultores y pequeños comerciantes son los más afectados por estas subas. El incremento en el costo del combustible encarece los viajes de corta distancia y hace más cuesta arriba el transporte de cargas, justo cuando el sector demandaba cierta estabilidad para planificar sus costos. En respuesta, gremios como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y cámaras empresariales del transporte de granos ya anticipan reuniones con autoridades provinciales para evaluar posibles subsidios a los fletes y analizar alternativas que alivien el efecto de los ajustes sobre las tarifas de pasajes y sobre el traslado de mercaderías.
Desde la Secretaría de Energía de la Nación se sostiene que este modelo de actualización escalonada pretende aportar previsibilidad al mercado y evitar ajustes abruptos en un contexto de alta inflación. Sin embargo, no se descarta que, de mantenerse la presión inflacionaria o recomponerse la cotización internacional del barril de crudo, durante el segundo semestre se apliquen nuevas subas que podrían rondar otro 1 % en julio. En paralelo, el crecimiento del uso de GNC y biocombustibles plantea desafíos para las petroleras tradicionales, que buscan conservar márgenes y garantizar el abastecimiento en todo el país.
Mientras tanto, para los conductores chaqueños las recomendaciones pasan por planificar las cargas con anticipación, aprovechar descuentos y promociones de tarjetas de crédito aliadas o programas de puntos, y, en la medida de lo posible, optar por viajes compartidos o transporte público. Así, aunque el ajuste de junio ya esté vigente, cada usuario intentará mitigar el impacto en su bolsillo. En definitiva, el aumento de precios de YPF se siente con más fuerza en una región donde el combustible es un insumo clave para la actividad diaria, y donde cada décima en el surtidor influye directamente en la economía de hogares y empresas.