El Tribunal Oral en lo Criminal Nº3 de San Isidro resolvió este jueves declarar la nulidad de todo lo actuado en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, a raíz del escándalo protagonizado por la jueza Julieta Makintach, quien había sido apartada del proceso por su presunta participación en la producción de un documental basado en la causa judicial.
La decisión fue comunicada oficialmente por el presidente del tribunal, Maximiliano Savarino, y su colega Verónica Di Tomasso, quienes señalaron que la intervención de Makintach afectó de manera sustancial las garantías del proceso y comprometió la imparcialidad del debate. La magistrada fue recusada formalmente en la audiencia del pasado martes, tras la difusión del tráiler y del guión de una serie titulada Justicia Divina, en la que aparecía como figura protagónica.
“La doctora Makintach marcó un perjuicio para las partes”, sostuvo Savarino al fundamentar la decisión. “Consideramos que su intervención generó un vicio de nulidad absoluta que alcanza a todo el desarrollo del debate oral. Es por eso que se vuelve al momento procesal en el que ella asumió participación activa, es decir, a la etapa del artículo 338 del Código Procesal Penal, cuando se dictó la apertura del juicio”.
La resolución implica que el juicio deberá comenzar de nuevo, desde cero, y será sorteado nuevamente para que otro tribunal asuma la responsabilidad de juzgar a los ocho profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual. Entre los imputados se encuentran médicos, enfermeros y coordinadores del equipo que atendía a Maradona en sus últimos días, en la vivienda del country San Andrés, donde falleció el 25 de noviembre de 2020.
“Se trata de una decisión ingrata, pero ineludible si se quiere preservar la legalidad del proceso”, afirmaron los jueces en su resolución. Además, citaron expresamente al fiscal general adjunto de San Isidro, John Broyad Ferrari, quien durante la audiencia coincidió en que “la única responsable de esta situación es la jueza recusada”.
El escándalo con Makintach se desató al conocerse que había participado en una producción audiovisual sobre el caso, lo que incluía filmaciones en su despacho y declaraciones personales sobre el expediente. Esto generó un revuelo en el ámbito judicial y fue considerado un acto incompatible con la función jurisdiccional, además de un riesgo concreto para la transparencia del juicio.
Días atrás, la Suprema Corte de Justicia bonaerense ya había decidido suspender preventivamente a Makintach por 90 días, en el marco de una investigación por presunta falta ética y mal desempeño de sus funciones. Sin embargo, la nulidad declarada ahora por el tribunal representa un golpe mucho más fuerte para la causa, que deberá reencauzarse desde el principio.
El caso Maradona ha generado una atención mediática y social sin precedentes. La decisión de retrotraer el proceso representa un revés para los familiares del exfutbolista y para todas las partes involucradas, que ahora deberán enfrentar una nueva instancia judicial, con los plazos, demoras y desgaste que ello implica.
Mientras tanto, se espera que en los próximos días se sortee el nuevo tribunal que tendrá a cargo el juicio y que se fije un nuevo cronograma para las audiencias preliminares. La incertidumbre judicial reabre el debate sobre los límites entre la función pública y la exposición mediática, especialmente en causas de alto impacto como la que investiga la muerte del ídolo deportivo más grande de la historia argentina.