El avance de Franco Colapinto en la Fórmula 1 no solo generó entusiasmo entre los fanáticos argentinos, sino también tensiones que ya llegaron a escalar al plano internacional. Jack Doohan, piloto de reserva de la escudería Alpine, denunció públicamente haber sido víctima de publicaciones falsas y agresiones en redes sociales, apuntando inicialmente a seguidores argentinos como los responsables de difundir contenido manipulado en su contra y en perjuicio de su familia.
A través de una historia publicada en su cuenta de Instagram, Doohan compartió una captura de pantalla de un supuesto posteo atribuido a su padre, el histórico piloto de motociclismo Mick Doohan, donde aparentemente se burlaba del accidente que Colapinto sufrió durante la clasificación en Emilia Romaña. El australiano calificó el contenido como completamente falso y dijo que fue “inventado por fanáticos argentinos que intentaban retratarme a mí y a mi familia de una manera negativa”.
El piloto pidió públicamente el fin de los ataques personales: “Por favor, dejen de acosar a mi familia. No pensé que tendría que llegar a este punto”, escribió, visiblemente afectado por la situación. También señaló que ese tipo de prácticas “exceden los límites del deporte” y pueden tener consecuencias personales graves.
La denuncia tomó fuerza cuando se supo que la cuenta @FormulaFakers —señalada como la fuente original del contenido falso— fue eliminada de la red social X, lo que dificultó la trazabilidad del posteo original y sembró dudas sobre su procedencia. Más tarde, Doohan corrigió su acusación inicial: explicó que no habían sido los fanáticos quienes crearon el contenido, sino que su difusión masiva en medios argentinos había alimentado la confusión y el malestar.
El clima se tensó aún más luego de que el propio Mick Doohan declarara tras la clasificación del sábado que “Alpine es un equipo de pilotos de pago”, en una frase que se leyó como una crítica directa a la escudería y que muchos interpretaron como un nuevo capítulo en la rivalidad entre su hijo y Colapinto.
Frente al revuelo, Alpine decidió intervenir para enfriar el ambiente. En un comunicado oficial, el equipo lamentó la situación, se solidarizó con Doohan y llamó a los fanáticos a la mesura: “Como equipo de la Fórmula 1 creemos que somos afortunados de formar parte de un deporte global que evoca gran pasión y emociones (…). Pero detrás de la visera de estos atletas sobrehumanos hay una persona. No podemos tolerar el abuso en línea e invitamos a todos los aficionados a ser amables y respetuosos”.
El episodio vuelve a poner en foco el costado tóxico del fanatismo digital y suma un punto de tensión en la convivencia dentro del equipo Alpine, que ahora tiene al australiano y al argentino compartiendo un espacio donde la competencia por un lugar titular está cruzada por expectativas, política interna y una sobreexposición mediática que ya empieza a generar ruido.