A 43 años del hundimiento del crucero ARA “General Belgrano”, el recuerdo sigue tan presente como el compromiso de honrar la memoria de quienes ofrecieron su vida en defensa de la Patria. En una jornada cargada de emoción, se llevaron a cabo actos conmemorativos en Zárate, Rosario y el Apostadero Naval Buenos Aires, donde el Área Naval Fluvial rindió tributo a los caídos y sobrevivientes de uno de los episodios más dolorosos y heroicos de la Guerra de Malvinas.
En la Base Naval Zárate, la ceremonia fue presidida por el Jefe de Estado Mayor del Área Naval Fluvial, Capitán de Navío Manuel Alejandro Lazarte, en la Plaza de Armas “Fragata Presidente Sarmiento”. Con la presencia de Veteranos de Malvinas, Reservistas Navales, abanderados de escuelas apadrinadas, personal militar y civil, el acto comenzó con la entonación del Himno Nacional, en un ambiente de recogimiento y respeto.
El Guardiamarina Canavides, en un discurso cargado de significado, evocó con firmeza y sentimiento aquellas horas dramáticas:
“En medio de las gélidas aguas del Atlántico Sur, y bajo la constante tensión propia de un conflicto bélico, la Armada Argentina demostró una vez más su temple y su compromiso inquebrantable. Las unidades que integraban la fuerza sabían que 770 camaradas esperaban ser rescatados, aferrados a la esperanza en las balsas salvavidas”.
El homenaje se replicó en el Apostadero Naval Buenos Aires y en la ciudad de Rosario, con igual fervor y reconocimiento a quienes formaron parte de esa historia que marca a fuego el espíritu naval argentino.
El 2 de mayo de 1982 no solo quedó registrado como el día en que el ARA “General Belgrano” fue atacado y hundido por fuerzas británicas: se convirtió en símbolo del sacrificio, la lealtad y la entrega.
323 marinos dieron su vida, y más de 770 resistieron el frío, el miedo y la incertidumbre hasta ser rescatados. Todos ellos representan el corazón de una generación que jamás será olvidada.
El Área Naval Fluvial, con orgullo y gratitud, renueva su compromiso de memoria y honor, sabiendo que mientras exista un marino en servicio, la historia del Belgrano vivirá con fuerza, en cada guardia, en cada izado, y en cada acto donde flamee con dignidad nuestra enseña patria.