Resistencia Cargando temperatura...
abril 27, 2025

Milei llegó tarde a Roma y no asistió a la capilla ardiente del papa Francisco

El presidente Javier Milei llegó este viernes a Roma, pero no asistió a la capilla ardiente en la Basílica de San Pedro, donde cientos de miles de fieles despidieron al papa Francisco. Su arribo se produjo cuando ya se cerraba el féretro, en vísperas del funeral del pontífice. En cambio, Milei había dedicado la jornada previa en Buenos Aires a homenajear al economista español Jesús Huerta de Soto y a compartir un acto con Alberto Benegas Lynch (h), ambos reconocidos críticos del Papa.

La ausencia de Milei en el último adiós a Jorge Bergoglio generó fuertes críticas en medios periodísticos. Desde Roma, el mandatario respondió a las críticas con un mensaje en redes sociales en el que calificó a buena parte del periodismo de «brutos» e incapaces de comprender lo importante.

Pese a su cambio de tono reciente respecto a Francisco —a quien en el pasado había llamado «representante del maligno en la Tierra»—, Milei optó por no rendirle homenaje en el Vaticano como sí lo hizo, por ejemplo, el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Lula despidió al Papa resaltando su sabiduría y compromiso con las mayorías populares, acompañado por una nutrida delegación de autoridades de su país.

El acto en el que participó Milei antes de partir incluyó la entrega de un Doctorado Honoris Causa a Huerta de Soto en la ESEADE, donde también estuvo Benegas Lynch. Durante su intervención en A24, Huerta de Soto llegó a ironizar sobre el destino espiritual de Francisco, reforzando el contraste entre los aliados ideológicos del presidente y la figura del pontífice.

Tras su arribo a Roma, Milei planea participar del funeral de Francisco en la Plaza San Pedro y aprovechar su presencia internacional para acercarse a líderes como Donald Trump. Además, recibirá el Premio Milton Friedman 2024, otorgado por Students for Liberty Italia y el diario Il Tempo.

El funeral del papa Francisco se celebrará este sábado en el Vaticano, seguido por su entierro en la Basílica de Santa María la Mayor.