La conducción de Aerolíneas Argentinas anunció el cierre de 17 de sus 21 oficinas comerciales en distintas ciudades del país, como parte de un plan de reducción de gastos operativos. La medida se inscribe en el contexto de las políticas de reorganización impulsadas por el Gobierno nacional, que mantiene a la empresa sujeta a un proceso de eventual privatización.
Según informaron autoridades de la compañía, la decisión busca reducir costos asociados a alquileres y personal en puntos de venta con baja actividad. Argumentaron que actualmente la venta presencial representa solo el 1% del total de pasajes emitidos, mientras que la mayoría de las operaciones comerciales se realizan a través del sitio web oficial.
A partir de fines de abril, se cerrarán las oficinas ubicadas en ciudades como Bariloche, El Calafate, Jujuy, Salta, Corrientes, Santa Fe, San Juan, Neuquén, Misiones y Formosa, entre otras. Las sucursales de Tucumán y Mar del Plata funcionarán hasta mayo, mientras que por ahora se mantendrán en actividad las de Córdoba y Mendoza.
El cierre afectará al personal de las oficinas clausuradas. Si bien algunos empleados serán reubicados en puestos de atención en aeropuertos, otros no serán absorbidos por la empresa.
La medida se suma a otras decisiones recientes adoptadas por el Ejecutivo en torno a la línea aérea de bandera, entre ellas la cesión de rutas a compañías privadas, la derogación de la obligación de uso por parte de funcionarios públicos, y el desplazamiento de representantes gremiales del directorio.