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abril 27, 2025

Sturzenegger, la motosierra y un gesto que dice más de lo que parece

En plena Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington, Federico Sturzenegger —hoy a cargo del flamante Ministerio de Desregulación y Reforma del Estado— fue protagonista de una escena que pareció más performance política que encuentro técnico. El economista, apodado “El Coloso” por el presidente Javier Milei, aprovechó su intervención en el panel “Crecimiento y resiliencia en un mundo incierto” para obsequiarle a la directora del FMI, Kristalina Georgieva, un pin con forma de motosierra. Sí, una motosierra.

El pequeño objeto metálico representa, según Sturzenegger, el emblema de su ministerio y del rumbo del gobierno libertario: ajuste y poda del gasto público. “Este pin lo llevamos con orgullo y lo pagamos de nuestro propio bolsillo, no con dinero del Estado”, aclaró con teatralidad, como si se tratara de una pieza heroica de merchandising militante. Georgieva, entre risas, lo aceptó y se lo colocó en la solapa: “¡Prefiero el pin a la real!”, bromeó.

La escena, casi bizarra, no fue solo un detalle pintoresco. Simbolizó la intención del gobierno argentino de exportar su relato de disciplina fiscal y liberalismo sin concesiones. En ese marco, Sturzenegger aseguró que Argentina “nunca más va a tener déficit fiscal”, y destacó el supuesto logro de equilibrar las cuentas en solo un mes desde la asunción de Milei. “Incluso yo pensaba que era imposible”, confesó.

Georgieva, por su parte, hizo declaraciones que rápidamente generaron ruido político en Argentina. En una conferencia posterior, se refirió a las elecciones legislativas del 26 de octubre y advirtió que “es importante que no descarrile la voluntad de cambio”. Aunque no mencionó partidos ni candidatos, el mensaje fue claro y el Partido Justicialista (PJ) no tardó en reaccionar. “A los argentinos nos costó demasiado conseguir la libertad de votar como para someter la decisión a un organismo extranjero”, retrucó el PJ en un comunicado, y recordó que el respaldo financiero al gobierno de Milei se asemeja peligrosamente al crédito “político” otorgado a Mauricio Macri en 2018.

Sturzenegger también aprovechó el foro para marcar la cancha en clave ideológica. “El 99% de los problemas de Argentina son autoinfligidos”, dijo, y propuso como solución una combinación de desregulación “inteligente”, apertura comercial y superávits fiscales permanentes. Incluso lanzó un desafío: “Quiero que Argentina vuelva a sorprender con un superávit aún mayor”.

Georgieva respondió con una promesa: “Si Argentina logra eliminar el déficit fiscal de una vez y para siempre, no volverá a necesitar otro préstamo del FMI”. Lo que no aclaró es si también dejará de recibir pines de motosierra en futuras cumbres.