Aunque Vladimir Putin había anunciado el sábado una sorpresiva “tregua humanitaria” de 30 horas con motivo de la Pascua, este domingo el Kremlin confirmó que no se prolongará ese alto el fuego. Dmitri Peskov, portavoz oficial del gobierno ruso, indicó que la medida expirará a la medianoche, sin posibilidad de extensión, a pesar del pedido explícito del presidente ucraniano Volodimir Zelensky de mantener una pausa más duradera en los combates. Desde que entró en vigor la tregua, a las 15.00 GMT del sábado, las tropas rusas no cesaron sus ataques, según denunció Ucrania.
Zelensky reportó múltiples ofensivas rusas en distintas zonas del frente oriental, especialmente en Pokrovsk y Siversk, y aseguró que el ejército de Putin continúa utilizando armamento pesado. “Las palabras de Rusia sobre un alto el fuego para la región de Kursk, Siverski y otras direcciones en Donetsk quedaron en palabras vacías”, afirmó el mandatario, quien también propuso establecer “un cese el fuego total, incondicional y justo que se extienda como mínimo durante 30 días”.
Durante el domingo, las Fuerzas Armadas ucranianas confirmaron 45 enfrentamientos en distintos sectores del frente, una cifra casi idéntica a la que difundió Zelensky en sus redes, donde detalló 46 ofensivas rusas y 901 ataques en total. A pesar de que Rusia había asegurado que respetaría la tregua pascual, los combates nunca se detuvieron.
La orden de Putin llegó luego de reiterados intentos fallidos del expresidente estadounidense Donald Trump por mediar entre Moscú y Kiev. Desde Washington, el jefe de la diplomacia Marco Rubio advirtió el viernes que Estados Unidos podría abandonar las negociaciones si no se perciben avances concretos hacia el fin del conflicto. No obstante, Trump manifestó cierto optimismo y aseguró que percibe “entusiasmo por la paz” en ambas partes, y que espera que se alcance un acuerdo esta misma semana.
Zelensky respondió el sábado, a través de la red social X, que “si Rusia está repentinamente dispuesta a comprometerse de verdad, Ucrania actuará en consecuencia, reflejando las acciones de Rusia”. Sin embargo, el escepticismo crece entre los ucranianos. En Kiev, muchos ciudadanos dudan de la voluntad rusa de cesar las hostilidades. “Ya han incumplido su promesa. Por desgracia, hoy en día no podemos confiar en Rusia”, expresó Olga Grachova, una comerciante de 38 años. Por su parte, Natalia, una médica de 41, lamentó que los gestos ucranianos no encuentren reciprocidad: “Nadie responde”.
El conflicto, que ya superó los tres años desde la invasión rusa de febrero de 2022, sigue sin mostrar señales claras de resolución, mientras las treguas anunciadas no logran traducirse en una pausa real de los combates.