La científica cordobesa Sandra Díaz fue reconocida por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, distinción que se suma al prestigioso Premio Tyler al Logro Ambiental, que compartió con el antropólogo brasileño-estadounidense Eduardo Brondízio. Ambos son los primeros sudamericanos en recibir ese galardón, que anteriormente distinguió a figuras como Jane Goodall.
En una entrevista en el espacio Abrapalabra, la investigadora de la Universidad Nacional de Córdoba abordó con firmeza el rol del poder, la desinformación y las responsabilidades colectivas frente a la crisis climática.
“La evidencia muestra, lamentablemente (yo querría que no existiera), que el cambio climático está aquí y es por causas humanas. […] Negar el cambio climático hoy es producto de una enorme desinformación o de mala intención”, aseguró.
Díaz insistió en que la negación del cambio climático no es una opción inocente: “Hay pocas cosas en las que la comunidad científica esté tan de acuerdo como en esto. Es una evidencia abrumadora”.
Una mirada desde el Sur Global
El comité del Premio Tyler calificó a Díaz y Brondízio como “dos poderosas voces del Sur Global”, destacando sus aportes en el cruce entre ecología, justicia ambiental y desigualdad social. Díaz sostiene que estas tres crisis —la ambiental, la climática y la social— comparten una raíz común: la codicia.
“Los impactos del cambio climático los pagan los actores más vulnerables, no los más responsables”, remarcó.
En ese sentido, llamó a no minimizar las acciones individuales, aunque subrayó que no alcanzan por sí solas. “Yo tengo una compostera y reciclo plástico. ¿Eso es importante? Sí. ¿Es suficiente? No. Porque los desafíos son enormes, se necesitan medidas también desde el poder gubernamental”, explicó.
Entre las políticas concretas, propuso fomentar el transporte público limpio, accesible y eficaz; y prohibir el uso de herbicidas en espacios verdes urbanos por sus efectos nocivos sobre la salud y el ambiente.
El rol de la comunicación y los jóvenes
Díaz puso especial énfasis en la responsabilidad de los medios, la ciencia y la educación para contrarrestar las narrativas negacionistas: “Combatir la desinformación, las falsas verdades, es clave. Un rol muy importante de los medios es informar a la comunidad”.
Al dirigirse a las nuevas generaciones, dejó un mensaje claro:
“No se compren todo lo que sale en las redes. Busquen fuentes confiables, que sirvan al bien común. Y recuerden que la naturaleza no está allá afuera, separada. Somos naturaleza. Tienen el derecho inalienable a vivir en un ambiente sano, y ese derecho deben defenderlo”.
La trayectoria de Sandra Díaz no sólo pone en valor el conocimiento científico argentino, sino también la voz de una región que sufre las consecuencias del cambio climático y tiene mucho por decir en la construcción de soluciones justas y sostenibles.