El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, afirmó que todavía es posible alcanzar un “gran acuerdo” con China, pese a la escalada arancelaria entre ambos países. Desde Argentina, respondió al ministro de Comercio chino, quien había calificado como una “broma” las medidas de Donald Trump: “No lo son. Son cifras importantes”, remarcó.
Bessent sostuvo que cualquier avance dependerá de un diálogo directo entre Trump y Xi Jinping. Aunque reconoció que la relación está en un punto crítico, rechazó la idea de un desacoplamiento total: “No tiene por qué ocurrir, pero podría pasar”, señaló.
En simultáneo, Estados Unidos abrirá una nueva ronda de negociaciones comerciales con Corea del Sur la próxima semana, en un contexto de posible imposición de aranceles del 25% a las importaciones automotrices. Como medida preventiva, el gobierno surcoreano lanzó un paquete de ayuda de 2.000 millones de dólares para su industria automotriz.
Trump, por su parte, advirtió que las exenciones arancelarias actuales a productos como smartphones y semiconductores serán temporales, reforzando su postura de presión comercial.
La estrategia de Washington sigue enfocada en reducir déficits con sus principales socios, aunque deja abierta la posibilidad de reconciliación económica con Beijing.