La ciudad de Vera vivió anoche un episodio sin precedentes cuando en apenas seis horas cayó un diluvio superior a los 400 milímetros, colapsando de inmediato el sistema de desagües y transformando calles y viviendas en verdaderos ríos. El choque entre una masa de aire frío de origen polar y un extenso frente cálido y húmedo procedente del norte generó tormentas estacionarias de extraordinaria intensidad. En medio del inundamiento, una mujer de 78 años sufrió un infarto dentro de su vivienda anegada y perdió la vida, según confirmaron fuentes municipales.
La intendenta Paula Mitre calificó la situación como “una catástrofe climática sin precedentes” y reconoció que la infraestructura local no estaba preparada para soportar un volumen de lluvia equivalente a un año de precipitaciones en tan solo unas horas. Más de 120 vecinos fueron evacuados hacia centros habilitados en clubes y salones comunitarios, mientras decenas de familias se autoevacuaron en casas de familiares.
En paralelo, se suspendieron las clases en todos los niveles y se declaró la emergencia hídrica, lo que permitió activar de inmediato un operativo conjunto de Protección Civil, bomberos voluntarios y equipos de salud para asistir a los damnificados con bombas de desagote, módulos de albergue y raciones de emergencia.

Con la tormenta desplazándose hacia el sur, las cuadrillas municipales y provinciales trabajan sin descanso para desagotar canales colapsados, liberar rutas rurales anegadas y restablecer el suministro eléctrico en los barrios más afectados. Aunque el Servicio Meteorológico Nacional redujo el alerta a nivel amarillo, persisten chaparrones aislados y ráfagas de viento, por lo que se recomienda a la población evitar desplazamientos innecesarios y mantener la precaución hasta que el sistema de drenaje recupere su plena operatividad.