El oficialismo volvió a mover piezas para cerrar el escándalo por la estafa de San Valentín que salpica directamente al presidente Javier Milei. A última hora del martes, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dejó fuera del temario oficial la constitución de la comisión investigadora del caso LIBRA, una decisión leída por la oposición como un intento deliberado de bloquear el tratamiento parlamentario.
La maniobra se suma al silencioso desmantelamiento de la Unidad de Tareas creada por el propio Ejecutivo para investigar los hechos, que nunca difundió conclusiones ni avances. La omisión del expediente LIBRA en la ampliación del temario encendió las alertas en los bloques que impulsan la investigación. “Menem convocó sacando LIBRA”, se quejó un diputado opositor en un chat parlamentario, mientras referentes como Penacca, Carrizo, Ferraro y Agost Carreño intercambiaban alternativas para sortear el cerrojo.
La carta enviada por el secretario parlamentario Adrián Pagan al jefe del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, formalizó la exclusión. El argumento: el pedido “no reúne los requisitos reglamentarios” y “no existen precedentes parlamentarios análogos” que justifiquen su inclusión en la sesión especial. La advertencia final fue clara: sólo podrá tratarse con el voto de dos tercios.
La oposición insistirá este miércoles con una moción sobre tablas, aunque admite que el camino impuesto por Menem podría demorar semanas. Además del criptogate, la Cámara baja enfrenta otros focos de tensión: el tratamiento de mejoras jubilatorias, refuerzos a la PUAM y vacantes en la Auditoría General de la Nación. En este último punto, Menem presentó un proyecto para modificar la actual composición del organismo, debilitando al Senado y fortaleciendo el control desde Diputados. La oposición no tardó en advertir la jugada: “Aceptan discutir la AGN, pero bloquean LIBRA”, resumió un legislador con trayectoria. Para muchos, el operativo blindaje ya está en marcha.