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mayo 10, 2025

El hornero: emblema nacional y maestro del barro

No fue su tamaño ni su fuerza lo que convirtió al hornero en el animal nacional de Argentina. Fue su carácter trabajador, su cercanía con la vida cotidiana y su ingeniosa manera de vivir lo que lo convirtió en un símbolo de esfuerzo, constancia y conexión con la tierra.

Presente en gran parte del país, el hornero logró ganarse un lugar especial en la fauna nacional por algo más que su canto. Su elección como emblema responde a la admiración popular por este ave laboriosa, capaz de crear nidos que son verdaderas obras de ingeniería natural utilizando solo barro y su pico.

Su comportamiento ejemplar, su vida en pareja y su facilidad para adaptarse tanto a entornos urbanos como rurales lo hacen un vecino habitual de millones de argentinos, que encuentran en su figura un reflejo de la dedicación y la tenacidad.

Un símbolo de identidad y sostenibilidad

El hornero (Furnarius rufus) no solo construye con barro, también con paciencia. Su nido, semejante a un horno de barro —de ahí su nombre—, es resistente, térmico y ecológico. Estas estructuras no solo le sirven de refugio, también se reutilizan por otras especies, promoviendo así la biodiversidad local.

Vive en pareja de por vida, lo que refuerza su imagen como ave cooperativa y organizada. Además, al alimentarse principalmente de insectos del suelo, el hornero colabora en el equilibrio de los ecosistemas sin necesidad de intervención humana.

Horneros en Argentina

Curiosidades del hornero y su conservación

  • Ingeniero natural: Su nido tarda entre 15 y 20 días en construirse y puede pesar hasta 5 kg. Está diseñado con una entrada curvada que impide el ingreso de depredadores y mantiene estable la temperatura interna.
  • Canta en dúo: Macho y hembra emiten trinos simultáneos que se complementan, lo cual refuerza sus lazos de pareja.
  • Estado de conservación: Afortunadamente, el hornero no está en peligro. Es una especie abundante y adaptada a diversos ambientes, lo que la convierte en un ejemplo de convivencia exitosa entre naturaleza y desarrollo humano.
  • Ave respetada: Fue declarado Ave Nacional en 1928 por un concurso organizado por la revista El Hogar, y oficializado por el Poder Ejecutivo Nacional en 1985.

Fuente: Noticias Ambientales – Diario Uno.