A cuatro días de las elecciones legislativas, el gobernador Leandro Zdero intensificó su presencia en el interior provincial visitando varias localidades (entre ellas Villa Angela) con un tono marcadamente proselitista. En sus últimas apariciones públicas, el mandatario chaqueño reiteró su respaldo a la alianza oficialista Chaco Puede+La Libertad Avanza y expresó críticas hacia el Frente Chaco Merece Más.
Zdero afirmó que «nuestros candidatos no necesitan esconderse en la Legislatura en busca de fueros», en un mensaje dirigido al principal espacio opositor. También destacó como logro de su gestión la eliminación de los cortes de rutas por parte de organizaciones sociales, a los que se refirió como una recuperación del orden y la circulación.
El estilo discursivo elegido por el gobernador ha generado distintas interpretaciones. Mientras algunos sectores valoran su firmeza, otros advierten que el tono utilizado podría tensar aún más el clima político en la provincia. Más allá de las críticas tradicionales entre adversarios políticos, Zdero se apoyó en un lenguaje que, por momentos, roza el discurso de odio. La calificación de «inmorales», «mafias» y «lavadores de cabezas de niños» para referirse a dirigentes opositores o a sectores sociales no sólo endurece el tono de la campaña, sino que también plantea interrogantes sobre la calidad del debate público en la provincia.
Además, la participación activa del gobernador en la campaña electoral, pese a no ser candidato, también abre interrogantes. Su presencia constante en actos y actividades proselitistas contrasta con la expectativa de que el jefe del Ejecutivo concentre sus esfuerzos en la gestión diaria y en atender las demandas de una ciudadanía que enfrenta múltiples desafíos.
Por otro lado, en sus discursos se insiste en algunos logros administrativos y en el ordenamiento de la gestión pública, pero se percibe cierta falta de propuestas detalladas para el mediano y largo plazo. La ciudadanía chaqueña enfrenta problemas complejos en áreas como salud, educación y desarrollo económico, por lo que se vuelve central conocer las políticas que el gobierno planea implementar para abordarlos.
En este contexto, el electorado se prepara para definir un nuevo escenario legislativo. Más allá de los discursos, crece la expectativa por conocer iniciativas concretas que respondan a las necesidades reales de la provincia y por un debate que privilegie las ideas por sobre la confrontación.