La compañía estatal aplicó la rebaja a partir del 1° de mayo tras la caída del precio internacional del crudo. Shell, Axion y Puma aún no definieron si seguirán el mismo camino.
Desde este 1° de mayo comenzó a regir una reducción del 4,5% en los precios de los combustibles comercializados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF). Se trata de una medida que responde a la baja registrada en los valores internacionales del petróleo, y que deja a la petrolera de mayoría estatal como la primera en aplicar un recorte luego de meses de subas moderadas. La decisión pone ahora en el centro de la atención la respuesta de otras tres compañías que operan en el mercado local: Axion, Shell y Puma.
La empresa justificó el recorte en el precio final al público a partir de la caída del valor del crudo tipo Brent, que bajó más de un 15% en marzo, pasando de u$s74,98 a u$s63,60 por barril. Según un comunicado oficial, la compañía hizo un “monitoreo constante de variables clave” —como el precio del petróleo, el tipo de cambio, la carga tributaria y el valor de los biocombustibles—, lo que habilitó este reajuste a la baja en sus estaciones de servicio.
Los nuevos precios de referencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) quedaron establecidos de la siguiente manera:
- Nafta súper: $1170
- Nafta premium: $1386
- Gasoil: $1173
- Gasoil premium: $1354
Esta es la primera baja que aplica YPF en lo que va del año, luego de sucesivos incrementos mensuales. El último aumento había sido del 1,7% en promedio nacional, aplicado el 1° de abril. En aquel caso, los ajustes respondieron principalmente a la actualización de los Impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono, además del impacto de los costos operativos y logísticos.
En declaraciones recientes, el presidente de YPF, Horacio Marín, subrayó que los combustibles “no están atados a la inflación” y que su evolución depende de un conjunto de factores vinculados al mercado internacional. “Los precios se ajustan con base en la cotización del crudo, el tipo de cambio y la estructura impositiva. Hoy, los valores están muy cerca del precio de paridad de importación, con una diferencia de apenas 1%”, sostuvo. También reconoció que existen aún algunas distorsiones de precios entre provincias que la compañía está buscando corregir progresivamente.
El contexto internacional fue determinante en la decisión de la empresa, aunque también pesó el objetivo de equilibrar la canasta energética nacional, según explicó el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, quien días atrás había anticipado que el Gobierno no buscaría congelar los precios, pero sí acompañar las variaciones del mercado.
A nivel regional, y pese a esta baja, Argentina se mantiene entre los países con precios más altos para el litro de nafta: alrededor de u$s1,10 según la conversión al tipo de cambio oficial, ubicándose solo por detrás de Uruguay (u$s1,80) y Chile (u$s1,20).
La mirada ahora está puesta en la estrategia que adopten las petroleras privadas, que usualmente siguen de cerca los movimientos de YPF, al ser la principal referencia del mercado. No se descartan decisiones similares en los próximos días, si bien la estructura de costos y márgenes de rentabilidad difiere según la empresa y la región del país.