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mayo 7, 2025

Albanesi entra en default y expone al FGS de la Anses: el impacto de la deuda en dólares en el sistema previsional


La generadora eléctrica no pagará intereses por USD 19,5 millones. Su principal acreedor es el Fondo de Garantía de Sustentabilidad, que enfrenta un nuevo golpe financiero.

El Grupo Albanesi, una de las principales compañías del sector energético argentino, anunció formalmente que no podrá afrontar un pago de intereses por USD 19,5 millones correspondiente a una de sus emisiones de deuda bajo legislación internacional. La decisión deja en una posición delicada al principal acreedor del bono: el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, encargado de respaldar el sistema previsional argentino.

El default fue comunicado a través de una nota enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV), donde la compañía aclaró que no realizará los pagos previstos para el 5 de mayo. La empresa, que controla la generadora Generación Mediterránea, opera una red de centrales térmicas que representa cerca del 5% de la generación eléctrica nacional, con activos clave como las plantas en Arroyo Seco, Roca y Timbúes. También posee operaciones en Perú.

El incumplimiento se produce pese a que la empresa había reestructurado el mismo bono —emitido por USD 350 millones con vencimiento en 2027— apenas unos meses atrás, en noviembre de 2024. La deuda total del grupo supera los USD 1.000 millones. Incluso después de esa reestructuración, Albanesi continuó tomando financiamiento: emitió USD 350 millones en octubre de 2024, USD 59 millones en enero y otros USD 10 millones en marzo.

La situación pone de relieve una dinámica crítica: el uso extendido de financiamiento en dólares por parte de empresas con ingresos en pesos o ingresos limitados en moneda dura. Analistas señalan que el caso de Albanesi guarda similitudes con otras compañías que recientemente cayeron en cesación de pagos, como Los Grobo y Agrofina, ambas del sector agroexportador. “Estamos ante un patrón: empresas que se endeudan en dólares más allá de su capacidad de repago, atraídas por la liquidez generada por el blanqueo y las tasas favorables en el corto plazo”, explicó un analista consultado.

El FGS, otra vez expuesto

Lo que distingue este caso es el papel central del Fondo de Garantía de Sustentabilidad como principal tenedor del bono. El FGS administra activos heredados de las antiguas AFJP y actúa como respaldo del sistema previsional público. Su exposición a deuda privada de alto riesgo —como en el caso de Albanesi— pone en cuestión su estrategia de inversiones y genera alarma sobre el posible deterioro de sus reservas.

“Defaultear al Estado no tiene costo”, señaló un especialista del sector financiero, aludiendo a que la deuda en manos del FGS no se enfrenta a consecuencias legales o reputacionales tan severas como frente a acreedores privados. No obstante, el daño al patrimonio del fondo es real, y se suma a una serie de golpes previos sufridos por la cartera de inversiones del organismo previsional.

Advertencias sobre el riesgo sistémico

El default de Albanesi también reactiva las advertencias de economistas y organismos de calificación sobre el crecimiento desordenado de la deuda corporativa en moneda extranjera. La agencia Moody’s ya había alertado sobre esta tendencia, señalando paralelismos con los desequilibrios que precedieron al colapso de la Convertibilidad. Por su parte, el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado, calificó de “riesgosa” la política oficial que permite o alienta el financiamiento en dólares sin controles efectivos sobre el perfil crediticio de las empresas.

“La realidad es que Albanesi tiene una capacidad instalada que ronda los 1500 MW. Si estimamos un valor de un millón de dólares por MW, el valor de su infraestructura apenas cubre su deuda financiera. Es un endeudamiento al límite, y sin margen para absorber shocks operativos”, explicó un experto del sector energético.

Una señal para el resto del mercado

Mario Cairella, ex vicepresidente de Cammesa que dejó su cargo recientemente, señaló que la situación de Albanesi podría ser apenas el principio. “Si una empresa con esta estructura financiera entra en default, es razonable suponer que hay otras en condiciones similares. Lo que está en juego no es solo la solvencia de una firma, sino la salud de un modelo de financiamiento que mostró debilidades estructurales”, apuntó.

Al cierre, lo que deja expuesto el caso Albanesi no es solo el deterioro financiero de una empresa energética relevante, sino también los riesgos acumulados en el sistema previsional, el mercado de deuda en dólares y la política económica más amplia. La respuesta del Estado y del mercado será clave para evitar un efecto contagio en un sector estratégico.