En un movimiento que marca un antes y un después en la política cambiaria argentina, el gobierno nacional confirmó el levantamiento del cepo para las operaciones de compraventa de divisas por parte de personas físicas. Sin embargo, la tan esperada flexibilización no será total, ya que el esquema que grava con un 30% las compras internacionales realizadas con tarjeta de crédito y débito se mantendrá vigente.
Según lo anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, a partir del próximo lunes se eliminarán las restricciones que limitaban la adquisición de hasta 200 dólares mensuales por persona, así como los impedimentos asociados a la recepción de subsidios, empleo público o ayudas gubernamentales durante la pandemia. Esta medida implica la derogación de la Comunicación A 7340 del Banco Central y la denominada «restricción cruzada», abriendo significativamente el juego para operar en el Mercado Libre de Cambios (MLC).
El Banco Central de la República Argentina (BCRA), tras el anuncio del fin de las limitaciones, comunicó que su normativa ARCA suprimirá la percepción impositiva sobre la compra de moneda extranjera en el MLC, exceptuando específicamente las transacciones vinculadas al turismo y los pagos con tarjetas de crédito y débito en el exterior.
De esta manera, si bien los ciudadanos podrán acceder nuevamente al dólar oficial de forma directa a través de las entidades bancarias, sin los cupos y las engorrosas justificaciones que caracterizaron los últimos años del cepo, aquellos que realicen viajes al extranjero o efectúen compras en moneda extranjera a través de sus tarjetas deberán seguir afrontando el recargo del 30%. Esta situación sugiere que para quienes dispongan de dólares en sus cuentas, abonar los resúmenes de las tarjetas con esas divisas seguirá siendo la opción más conveniente.
En cuanto al volumen de compra, cualquier individuo con fondos suficientes y que cumpla con los requisitos bancarios habituales podrá adquirir dólares en el MLC sin topes preestablecidos. El valor de la divisa, bajo un esquema de «flotación controlada» que reemplaza al dólar fijo con microdevaluaciones y al dólar blend para exportadores, se estima que oscilará entre los 1000 y los 1400 pesos, según anticipó el titular del Palacio de Hacienda. La eliminación del cepo representa un cambio radical en el acceso al mercado de cambios, aunque la continuidad del recargo para las operaciones con tarjeta en el exterior introduce un matiz importante a tener en cuenta por los viajeros y consumidores de bienes y servicios internacionales.