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abril 27, 2025

Argentina, menor inflación pero mayor pobreza

Aunque una oleada de brutales recortes ha sumido a más de cinco millones de argentinos en la pobreza, también ha ayudado a Milei a realizar notables progresos en una tarea de enormes proporciones: frenar la tasa de inflación más alta del mundo.

Milei, un libertario de derecha, puede no haber sido una elección obvia como primer líder mundial en reunirse con el presidente electo Donald Trump tras su victoria electoral. Sin embargo, allí estuvo, en Mar-a-Lago, Florida, el mes pasado, recibiendo los elogios de Trump.

“El trabajo que has hecho es increíble”, dijo Trump a Milei en una gala para un instituto de investigación de derecha. “Has hecho un trabajo fantástico en un periodo de tiempo muy corto”.

Muchos argentinos parecen estar de acuerdo. Un año después de asumir el cargo, Milei es visto favorablemente por alrededor del 56 por ciento de los argentinos, según una encuesta reciente, lo que le convierte en uno de los presidentes más populares de la historia reciente del país.

”Este es el presidente que Dios trajo para los argentinos”, dijo Marcelo Capobianco, de 54 años, carnicero en Buenos Aires. “Trajo de vuelta esperanza”.

Aunque una oleada de brutales recortes en todos los ámbitos, desde los comedores sociales hasta las subvenciones para el pasaje de autobús, ha sumido a más de cinco millones de argentinos en la pobreza, también ha ayudado a Milei a realizar notables progresos en una tarea de enormes proporciones: frenar la tasa de inflación más alta del mundo.

Antes de que Milei asumiera la presidencia, la inflación mensual era del 12,8 por ciento; ahora es del 2,4 por ciento, la más baja en cuatro años, aunque se sospecha de que ese numero no es del todo cierto.

Milei ha cumplido sus osadas promesas de controlar el presupuesto de Argentina, despidiendo a más de 30.000 empleados públicos y aplicando profundos recortes al gasto en salud, asistencia social y educación.

Antes de que asumiera el cargo, los críticos de Milei se preguntaban si un antiguo comentarista de televisión, quien se describe a sí mismo como un anarcocapitalista, podría sacar a Argentina de décadas de crisis.

En cierto modo, sus preocupaciones se han visto confirmadas. La estrategia de gobierno poco ortodoxa de Milei ha sumido a Argentina en un nuevo capítulo caótico, en el que los índices de pobreza se han disparado y la gente ha salido a la calle a protestar.

“Todos los días tenemos más gente para comer”, dijo Margarita Barrientos, de 63 años, quien dirige un comedor social en un barrio de clase obrera en Buenos Aires.

Pero también hay indicios de que la estrategia de Milei está funcionando. Además del desplome de la inflación, los ingresos públicos superan a los gastos por primera vez en 16 años y los datos preliminares sugieren que la economía, tras contraerse durante tres trimestres seguidos, se está estabilizando y podría estar en vías de empezar a crecer lentamente.

“Se vienen tiempos felices en Argentina”, dijo Milei esta semana durante un discurso para conmemorar su primer año en el cargo. Prometió un “crecimiento sostenido” en 2025, prometiendo que el sacrificio del país “no ha sido en vano”.

Los inversores mundiales han aplaudido las medidas de Milei, y Bank of America declaró en un informe financiero que su “plan de estabilización está funcionando mejor de lo esperado”.

El Fondo Monetario Internacional predijo que la inflación anual de Argentina podría descender a un más manejable 45 por ciento en 2025, desde un máximo histórico del 211 por ciento en 2023, y elogió a Milei por sus “impresionantes progresos”.

Las cifras de inflación de Argentina se han cuestionado a veces después de que se descubriera a gobiernos anteriores falseando los números. Pero el organismo nacional de estadística fue revisado en 2015, por lo que hoy en día las cifras se consideran creíbles y se ajustan a estimaciones independientes.

Pero para muchos argentinos de a pie, el triaje económico de Milei ha sido doloroso. Su gobierno ha recortado el gasto público en cerca de un tercio, eliminando los controles de precios y las subvenciones que abarataban el transporte público, las facturas de calefacción y los alimentos, dejando a más gente con dificultades para llegar a fin de mes.

Sin embargo, muchos ven un lado positivo en las medidas de austeridad del gobierno.

Miguel Valderrama, quien tiene un pequeño mercado en Buenos Aires, dijo sentirse aliviado por no tener que soportar más la inflación descontrolada que definía la vida cotidiana antes de la presidencia de Milei.

“Era un precio, me traían los productos de almacén, al mediodía cambiaba todo de nuevo, subía todo de nuevo. Y dos días después, de nuevo volvía a subir”, dijo Valderrama, de 40 años, quien votó por Milei.

Ahora, con una mayor estabilidad, puede planificar su inventario sin preocuparse por las repentinas sacudidas de los precios. “Antes”, dijo, “no sabíamos cuánta plata íbamos a gastar, cuánto iba a costar”.

Aunque esa estabilidad no es del todo fija, puede volatilizarse en poco tiempo si no redirige el rumbo actual. La Argentina no es competitiva por el desfasaje del dólar, eso se debe ajustar según el propio FMI.